Podríamos considerar que los remos son el ejercicio opuesto a las flexiones de brazos; quien trabaja en uno descansa en el otro. Aquí también es clave mantener la postura de plancha, siendo más útil el estilo invertido (video), de esta manera aprendemos a mantenernos como un bloque mientras acercamos una carga al cuerpo.
La intensidad o dureza del remo es sencilla de regular con la inclinación del cuerpo. Podemos convertirlo en un ejercicio al alcance de todos; perfecto para comenzar a desarrollar la fuerza de tracción, o en uno «imposible» que desafíe los niveles más avanzados.